San Juan de Dios, enfermero y fundador de la Orden Hospitalaria. Es patrono de los hospitales, enfermos, enfermeros y sus asociaciones.
San Juan de Dios nació en 1495 como Juan Ciudad en Montemor-o-novo, Portugal. Vivió una vida de transformación y servicio. A los 8 años se trasladó a Oropesa, Toledo, sirviendo a la familia Mayoral dedicada al ganado.
Durante casi 20 años pastoreó y maduró. Participó en guerras, pero tras una experiencia en Viena, decidió seguir a Jesucristo entregándose a los pobres.
En 1539, una crisis de fe marcó su vida tras escuchar a San Juan de Ávila. «Destruyó su librería, continuó con este comportamiento varios días hasta el punto en que, tomado por loco, le encerraron en el hospital real de Granada de donde saló al cabo de unos meses totalmente sereno, armonizado y dispuesto a seguir al Señor entregándose a los demás«.
Bajo la guía de San Juan de Ávila, peregrinó, regresó a Granada y comenzó su obra. Fundó hospitales donde acogía a todos. «El arzobispo de Granada le cambió el nombre por el de Juan de Dios. Trabajó mucho en favor de las prostitutas tratando de reconstruir su ser y ayudándolas a integrarse a la sociedad«.
Falleció en 1550 con fama de santidad. Beatificado en 1630 y canonizado en 1690, el Papa León XIII lo proclamó Patrono de hospitales y enfermos en 1886. En 1930 el Papa Pío XI lo nombró Patrono de enfermeros y sus asociaciones. La vida de Juan de Dios es un ejemplo de servicio desinteresado, amor a los desfavorecidos y dedicación a los enfermos, dejando un legado que perdura hasta nuestros días.
Fuente: Orden Hospitalaria San Juan de Dios
