Sábado 16 de noviembre: Santa Margarita de Escocia, promovió reformas religiosas y sociales, ayudó a los pobres, impulsó la educación religiosa y la construcción de iglesias.
Margarita nació en 1045 en Hungría, hija de Eduardo, heredero exiliado del trono inglés tras la conquista de Canuto. Educada en la fe católica, se refugió en Escocia con su madre tras la muerte de su padre y la llegada de Guillermo el Conquistador.
En 1070, a los 24 años, se casó con Malcolm III, convirtiéndose en Reina de Escocia. Desde el castillo de Edimburgo, promovió reformas religiosas y sociales: unificó los cultos según Roma, impulsó la educación religiosa y la construcción de iglesias, monasterios y hospicios, además de ayudar a los pobres. Introdujo el feudalismo inglés y fomentó la idea de un parlamento.
Madre de ocho hijos, fue modelo de piedad, apoyando a su esposo en asuntos políticos y religiosos. También dedicó su vida a la oración, la caridad y las obras de bordado. En 1093, mientras su esposo e hijo murieron en batalla contra Guillermo el Rojo, Margarita falleció poco después, ofreciendo una oración que reflejaba su fe inquebrantable.
Canonizada por el Papa Inocencio IV en 1250 por su caridad y devoción, su legado perdura en Escocia, con la Capilla de Santa Margarita en Edimburgo como su tributo más antiguo.
Fuente: Vatican News.
Imagen: Fragmento del óleo sobre lienzo «Santa Margarita, reina de Escocia» (1692), por Nicolas de Largillière.
