Martes 25 de febrero: San Néstor de Magido, obispo martirizado en 251 durante la persecución de cristianos ordenada por el emperador Decio.
San Néstor de Magido fue un obispo cristiano que vivió en el siglo III en la región de Panfilia, en la actual Turquía. Su martirio ocurrió en el año 251 en la ciudad de Perge, durante la persecución de cristianos ordenada por el emperador Decio. Néstor es recordado por su valentía y su firmeza en la fe, lo que lo llevó a sufrir torturas y, finalmente, la crucifixión.
Un Líder Espiritual en Tiempos de Persecución
Cuando el gobernador de Panfilia, Poplio, recibió la orden de perseguir a los cristianos, envió soldados para capturarlos y obligarlos a renunciar a su fe. Néstor de Magido, como obispo de Magido, ayudó a su comunidad a huir y ponerse a salvo, pero él mismo no intentó escapar. Permaneció en oración hasta que los soldados lo arrestaron y lo presentaron ante el senado y el tribunal local.
Juicio y Martirio
Néstor fue trasladado a Perge para enfrentar un juicio superior. Durante el viaje, se produjo un terremoto, un hecho que muchos interpretaron como una señal divina. En Perge, el obispo fue interrogado nuevamente y, al negarse a rendir culto a los dioses paganos, fue sometido a crueles torturas antes de ser condenado a morir en la cruz. Su ejecución estuvo rodeada por fieles en oración, quienes lo acompañaron en su último momento.
Legado de San Néstor
San Néstor de Magido es reconocido como un símbolo de resistencia cristiana y su festividad se conmemora el 26 de febrero. Su historia ha sido transmitida a través de textos antiguos y su martirio quedó plasmado en una miniatura del «Menologio de Basilio II«, conservado en la Biblioteca del Vaticano. Su emblema es la palma, símbolo del martirio y la victoria espiritual.
Fuente: Santi e Beati.
Imagen: «San Néstor de Perge de Magydos, obispo mártir» (siglo XI), anónimo.
