Miércoles 5 de marzo: San Lucio I, Papa del siglo III. Su pontificado estuvo marcado por la inestabilidad política y la resistencia cristiana.
El Papa San Lucio I, de origen romano e hijo de Porfirio, lideró la Iglesia en tiempos de persecución. Elegido como pontífice en el año 253, su mandato estuvo marcado por la inestabilidad política y la resistencia cristiana.
Exilio y Retorno a Roma
Poco después de su elección, Lucio I fue forzado al exilio debido a la persecución del emperador Treboniano Galo. Se desconoce el lugar exacto de su refugio, pero con la llegada del nuevo emperador, Valeriano, regresó a Roma junto con otros cristianos desterrados. Su retorno fue celebrado por el obispo Cipriano de Cartago, quien elogió su fortaleza y predisposición al martirio.
Lucio I continuó con la política de su predecesor, el Papa Cornelio, permitiendo que los cristianos que habían renegado de su fe durante las persecuciones regresaran a la Iglesia tras un proceso de penitencia. Esta postura fue respaldada por Cipriano, pero generó oposición del antipapa Novaciano y sus seguidores, quienes promovían una línea más rigurosa.
Muerte y Legado de San Lucio
Se le atribuye haber recibido una carta del obispo Dionisio de Alejandría sobre la validez del bautismo realizado por herejes, un tema que se debatiría intensamente en la Iglesia. Lucio I falleció en marzo del año 254. Aunque una tradición tardía sugiere que murió mártir bajo Valeriano, es más probable que su muerte haya sido natural.
Fue sepultado en la cripta papal de las catacumbas de San Calixto y, posteriormente, sus reliquias fueron trasladadas a la iglesia de Santa Cecilia en Trastevere.
Fuente: Den katolske kirke.
Imagen: Fragmento de la Cromolitografía «El martirio del Papa San Lucio» (1879), en L. Tripepi, Retratos y biografías de los pontífices romanos: de S. Pietro a Leone 13, Roma; por Davide Vaglimigli.