Domingo 1.° de diciembre: San Eloy, liberó esclavos y fundó monasterios. Patrón de los orfebres, metalúrgicos y mecánicos.
San Eloy, también llamado Eligio, nació en Lemosín alrededor del año 588, destacó desde joven por su talento como orfebre y su profunda devoción cristiana. Proveniente de una familia campesina acomodada, trabajó en un taller donde acuñaba monedas para el reino.
Su honestidad y habilidad lo llevaron a ganarse la confianza del rey Clotario II, para quien fabricó dos tronos de oro, aprovechando los materiales sobrantes. Este gesto le valió el nombramiento como orfebre real y consejero. Más tarde, el rey Dagoberto I lo designó tesorero real, desde donde utilizó sus recursos para liberar esclavos y apoyar a los más necesitados.
Sin embargo, su corazón estaba en la vida religiosa. Fundó el monasterio de Solignac, que llegó a albergar a más de 150 monjes, y un convento en París. En 641, Eloy fue ordenado sacerdote y luego obispo de Noyon-Tournai. Se dedicó a evangelizar regiones paganas y a fundar monasterios, dejando un legado de fe y trabajo incansable. Falleció en 660, siendo recordado como patrón de los orfebres, metalúrgicos y mecánicos, y símbolo de integridad y servicio.
Fuente: Nominis .
Imagen: Fragmento de la pintura «San Eligio: el santo patrón de los orfebres» (1889), por Jan Matejko.
