Miércoles 30 de octubre: San Alonso Rodríguez. Sus escritos, revelados tras su muerte, mostraron la profundidad de su vida mística y su íntima relación con Dios.
Alonso Rodríguez (1533-1617), a veces llamado Alfonso, nacido en Segovia, España, destacó por su vida de santidad. Hijo de un próspero comerciante, conoció a San Pedro Fabro, uno de los primeros compañeros de San Ignacio de Loyola, quien lo preparó para su primera comunión. Sin embargo, su camino hacia la Compañía de Jesús fue lento y lleno de pruebas.
A los 27 años, se casó y tuvo tres hijos, pero perdió a toda su familia y su negocio, quedando en profunda desolación. Esto lo llevó a buscar dirección espiritual entre los jesuitas, quienes finalmente le permitieron entrar como hermano en 1571, a los 37 años.
Destinado al colegio Nuestra Señora de Montesión, en Mallorca, San Alonso se convirtió en portero, labor que desempeñó con humildad, viendo a cada visitante como si fuera el Señor mismo. Su influencia espiritual se extendió a estudiantes y visitantes, incluido San Pedro Claver, futuro apóstol de los esclavos.
Alonso fue conocido por su sencillez y amabilidad, pero sus escritos, revelados tras su muerte, mostraron la profundidad de su vida mística y su íntima relación con Dios.
Fuente: La Compañía de Jesús.
Imagen: Estatua de Alonso Rodríguez en el Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla, Segovia, España.
