Lunes 7 de octubre: El Rosario, entregado a Santo Domingo en 1212, es un medio de oración y protección difundido por la Virgen María.
El Santo Rosario se originó en 1212 cuando Santo Domingo de Guzmán, en Tolouse, tuvo una aparición de la Virgen María, quien le entregó el Rosario como ayuda para combatir la herejía albigense. Este rezo se convirtió en un «escudo» para vencer la herejía y un refugio en las dificultades de la vida. La sencillez de la oración facilitó su difusión.
En 1571, cuando los musulmanes avanzaban en Europa, Pío V, devoto de la Virgen, formó la Liga Santa y pidió a los cristianos rezar el Rosario. El 7 de octubre, durante la Batalla de Lepanto, la victoria se atribuyó a la intervención divina y el rezo del Rosario. Pío V instituyó la fiesta de Santa María de la Victoria, que Gregorio XIII transformó en «Nuestra Señora del Rosario«.
El Rosario es un medio para contemplar a Jesús y amarlo. En apariciones como las de Lourdes y Fátima, la Virgen insistió en su rezo diario para superar los males del mundo. El santuario más famoso dedicado a la Virgen del Rosario está en Pompeya, fundado en el siglo XIX.