Viernes 28 de febrero: San Román de Condat, fue un monje del Jura, fundador de monasterios y abad. Hermano de San Lupicino.
San Román de Condat nació en el año 390. El monacato occidental tuvo sus primeros contactos con el mundo latino en el siglo IV, influenciado por los eremitas orientales y la figura de San Atanasio. En este contexto, surgieron importantes figuras como San Benito y San Martín de Tours, quien fundó el primer monasterio en la Galia en el año 371.
Uno de los grandes impulsores de la vida monástica en occidente fue San Román de Condat, un monje que, en busca de mayor espiritualidad, dejó su monasterio para establecerse en las montañas del macizo del Jura. Llevando consigo solo las Escrituras y herramientas de trabajo, se convirtió en un ermitaño. Su ejemplo atrajo a su hermano San Lupicino, quien se unió a él tras enviudar, y a otros seguidores, lo que llevó a la fundación de varios monasterios.
Entre sus principales fundaciones destacan Condat, Leuconne y La Beaume, donde también se unió su hermana. A pesar de sus diferencias de carácter, Román y Lupicino dirigieron las comunidades con armonía. San Román, de naturaleza compasiva y tolerante, contrastaba con la austeridad y disciplina de Lupicino.
Uno de los episodios más conocidos de San Román ocurrió tras una cosecha abundante, cuando los monjes olvidaron las reglas de abstinencia. Lupicino, indignado, ordenó arrojar el alimento al río y servir solo sopa de cebada. Doce monjes no soportaron la dureza y se marcharon. Sin embargo, Román los alcanzó y, con lágrimas en los ojos, los convenció de regresar.
En otra ocasión, durante una peregrinación a la tumba de San Mauricio en Ginebra, realizada en compañía de uno de sus monjes, San Palas, encontró como refugio para pasar la noche una choza donde se escondían dos pobres leprosos. Román no dudó en abrazarlos. A la mañana siguiente, ambos descubrieron que estaban completamente curados y corrieron a la ciudad para contar lo que había sucedido.
San Román falleció en 463. Su vida es un ejemplo de dedicación monástica y espiritualidad.
Fuente: Santi e Beati.
