Viernes 20 de diciembre: San Abraham. Soportó la prisión, torturas y el exilio con valentía, defendiendo su fe cristiana de la persecución.
Abraham, sacerdote armenio y discípulo de grandes santos como José, Isaac y Leoncio, es reconocido como un confesor de la fe y un ejemplo extraordinario de fidelidad y valentía en la historia cristiana. Durante la persecución del rey persa Yazdegerd II en el año 451, Abraham participó en el sínodo de Artashat, donde el clero y los príncipes armenios declararon su firme decisión de no renegar de la fe cristiana, incluso a costa de sus vidas.
Capturado junto a Coren y sus maestros, Abraham sufrió tres años de prisión y torturas. Rechazó la adoración del sol, elección que lo condenó a trabajos forzados en Mesopotamia. A pesar de las penurias, continuó apoyando espiritualmente a los prisioneros armenios. Tras siete años de exilio, y después de la muerte de su compañero Coren, Abraham regresó a Armenia en el año 463.
Reconocido por su inquebrantable testimonio de fe, su fama de santidad lo llevó a ser consagrado obispo de Bznunik, donde sirvió al pueblo que lo reconoció como confesor, dedicándose a ellos hasta su fallecimiento.
Fuente: Santi e Beati.
Imagen: IA.