Sábado 28 de diciembre: Los Santos Inocentes, niños martirizados por orden de Herodes en su intento de eliminar al Mesías recién nacido.
El Día de los Santos Inocentes recuerda a los niños que, según el Evangelio de San Mateo (2, 16-18), fueron asesinados por orden del rey Herodes en su intento de eliminar al recién nacido niño Jesús. Herodes, al sentirse engañado por los Reyes Magos que no regresaron para informarle sobre el paradero del niño, ordenó la masacre de todos los menores de dos años en Belén.
Este episodio es asociado con la profecía de Jeremías: «Un llanto se oye en Ramá, Raquel llora a sus hijos y no quiere consuelo, porque ya no existen«. Historiadores modernos cuestionan la historicidad del evento debido a la falta de evidencia fuera del texto bíblico. Sin embargo, esta narración ha tenido un profundo impacto cultural y religioso a lo largo de los siglos.
Desde el siglo V, los Santos Inocentes fueron venerados como mártires, y la tradición les atribuye un papel simbólico como los primeros en dar testimonio de Cristo. Hoy en día, esta conmemoración invita a reflexionar sobre la vulnerabilidad de los inocentes y la protección de los derechos de los niños, trascendiendo incluso el ámbito religioso.
Fuente: Santi e Beati .
Imagen: «El triunfo de los inocentes» (1887), por William Holman Hunt.