Miércoles 22 de enero: Beata Laura Vicuña, pupila de las Hijas de María Auxiliadora, ofreció su vida a cambio de la conversión de su madre.
Laura Vicuña Pino nació el 8 de abril de 1891 en Santiago, Chile, en una familia que perdió su posición debido a la Guerra Civil. Tras la muerte de su padre, José Domingo, la familia quedó en la pobreza, lo que llevó a su madre, Mercedes Pino, a buscar refugio en Junín de los Andes, Argentina, donde vivieron junto a su pequeña hermana Julia Amanda bajo la influencia de Manuel Mora, un hombre violento.
En 1900, Laura y su hermana ingresaron como pupilas al colegio de las Hijas de María Auxiliadora. Allí, Laura destacó como estudiante ejemplar: siempre piadosa, amable y dispuesta a ayudar. Inspirada por el fervor de Santo Domingo Savio, hizo su Primera Comunión y se unió a la Asociación de las Hijas de María. Sin embargo, las circunstancias familiares marcaron profundamente su vida.
Durante las vacaciones en 1902, Manuel Mora amenazó con abusarla, lo que Laura rechazó con firmeza. Este incidente, junto con la comprensión de la situación irregular en la que vivía su madre, la llevó a intensificar sus oraciones y sacrificios, ofreciendo su vida por la conversión de Mercedes.
En 1903, al no poder continuar sus estudios debido a la falta de pago por parte de Manuel Mora, Laura permaneció en el colegio como ayudante. Aunque deseaba unirse oficialmente a las Hijas de María Auxiliadora, su solicitud fue denegada por la situación de su madre. A pesar de ello, realizó votos privados con el consentimiento de su confesor, el Padre Crestanello.
Sin embargo, consumida por los sacrificios y enfermedades, Laura falleció el 22 de enero de 1904. En sus últimos momentos, confesó a su madre haber ofrecido su vida por su conversión. Mercedes prometió cambiar, dando sentido al sacrificio de Laura.
En 1988, el mismo día del centenario de la muerte de Don Bosco, Laura Vicuña fue proclamada Beata por el Papa San Juan Pablo II.
Fuente: Salesianos de Don Bosco.