Sábado 15 de marzo: Santa Luisa de Marillac, guiada por San Vicente de Paúl, fundó la Compañía de las Hijas de la Caridad.
Santa Luisa de Marillac (1591-1660) fue una figura clave en la organización de la asistencia social en Francia. Nacida en Ferrières-en-Brie, al este de París, su vida estuvo marcada por el compromiso con los más necesitados y su colaboración con San Vicente de Paúl en la creación de la Congregación de las Hijas de la Caridad.
A pesar de pertenecer a una familia de alta sociedad, Luisa optó por una vida dedicada al servicio. Tras enviudar en 1625, se volcó en la educación de su hijo y en actividades de caridad. Su encuentro con San Vicente de Paúl marcó un punto de inflexión: juntos, reformaron la asistencia a los enfermos y pobres, hasta entonces gestionada por damas de la aristocracia poco preparadas para la tarea.
En 1633, Luisa de Marillac fundó en su casa un centro de formación para jóvenes campesinas, quienes luego se convirtieron en las primeras Hermanas de la Caridad. Con una estructura innovadora, estas mujeres no estaban sometidas a clausura conventual, permitiéndoles atender a los enfermos en sus hogares, dirigir orfanatos y reformar hospitales. Su trabajo se extendió rápidamente, con más de 40 casas fundadas en Francia y en el extranjero.
Luisa supervisó personalmente la expansión de la congregación, incluso enfrentando crisis sanitarias como la peste. Su liderazgo y organización transformaron la asistencia social en Europa. Fue canonizada en 1934 por el Papa Pío XI, y en 1960 fue nombrada patrona de los trabajadores sociales por el Papa Juan XXIII.
El legado de Santa Luisa de Marillac sigue vigente en la labor de miles de Hermanas de la Caridad en el mundo
Fuente: Catholicsaints.info.
Imagen: Fragmento de «Luisa, Libro Azul» (1865), por el Hno. François Carbonnier.