Sábado 12 de abril: Papa San Julio I, el pontífice número 35 de la historia. Defendió la doctrina trinitaria frente al avance del arrianismo.
San Julio I, Papa entre los años 337 y 352, jugó un papel decisivo en la defensa de la doctrina trinitaria frente al avance del arrianismo. Diácono romano elegido tras el breve pontificado del Papa Marcos, Julio asumió el liderazgo de la Iglesia en tiempos convulsionados, marcados por disputas teológicas e injerencias imperiales.
El arrianismo, impulsado por el sacerdote Ario de Alejandría, negaba la divinidad de Cristo. Aunque fue condenado en el Concilio de Nicea en 325, la herejía resurgió con el apoyo del emperador Constancio II. Julio acogió en Roma al obispo Atanasio, exiliado por los arrianos, y lo defendió públicamente. En 341, convocó un sínodo en la capital que reafirmó la ortodoxia nicena que establece que Dios es uno y trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Ante la creciente división, el Papa organizó en 343 el Concilio de Sárdica, buscando una sede neutral entre Oriente y Occidente. Aunque los obispos orientales abandonaron el encuentro, el concilio logró decisiones relevantes: prohibió el traslado arbitrario de obispos entre diócesis, limitó sus ausencias y los alejó de la corte imperial.
San Julio I no logró erradicar el arrianismo, pero sostuvo con firmeza la unidad de la Iglesia y afirmó la autoridad papal en asuntos de fe. Su pontificado, marcado por la serenidad y la convicción, dejó huellas profundas en los primeros siglos de la historia eclesiástica.
Fuente: Santi e Beati
Imagen: IA.