Martes 8 de abril: San Dionisio de Alejandría, obispo de la iglesia primitiva en el siglo III. También se recuerda a San Dionisio de Corinto.
San Dionisio de Alejandría, obispo entre los años 247 y 265, fue una figura importante del cristianismo del siglo III. Convertido desde el paganismo, estudió bajo la guía de Orígenes y asumió la dirección de la escuela catequética de Alejandría. Su liderazgo, elogiado por San Basilio y San Eusebio, destacó por su capacidad administrativa más que por la teología especulativa.
Durante las brutales persecuciones de Decio, Dionisio escribió cartas donde relató con precisión los martirios en Alejandría: cristianos asesinados, hogares saqueados, fieles escondidos en desiertos o asesinados por bestias salvajes. Él mismo fue perseguido, capturado y luego liberado por cristianos que confundió con bandidos. Refugiado en Libia, continuó guiando a su comunidad.
Dionisio también jugó un rol clave en las disputas sobre el bautismo herético y el cisma de Novaciano. A diferencia de San Cipriano, mostró apertura hacia el perdón de los que habían apostatado, reconociendo la autoridad espiritual de los mártires. Su correspondencia con el Papa Sixto II demuestra una búsqueda de unidad dentro de la Iglesia.
Además, enfrentó la herejía del milenarismo, combatiéndola con respeto y argumentos sólidos. Sus escritos anticiparon debates posteriores sobre el Apocalipsis, sugiriendo que su autor no fue el mismo que el del Evangelio de Juan, por diferencias estilísticas y doctrinales.
En medio de pestes, hambre y violencia, Dionisio destacó la compasión cristiana frente al abandono pagano. Sus cartas, mezcla de crónica y teología, lo convierten en una fuente esencial de la vida cristiana primitiva. Su legado perdura como ejemplo de integridad, sabiduría pastoral y firmeza ante la adversidad.
Dionisio de Corinto
Este mismo día se recuerda a otro Santo Dionisio: San Dionisio de Corinto, obispo hacia el año 170. Escribió cartas influyentes a diversas comunidades cristianas, promoviendo la ortodoxia, la paz y el arrepentimiento. Su obra es conocida gracias a San Eusebio de Cesarea, quien preservó fragmentos y testimonios de estas epístolas.
En sus cartas, exhortó a los atenienses a mantener su fe, denunció el marcionismo ante los nicomedenses y elogió a obispos fieles como Felipe de Creta y Pinito de Cnosos. Su carta más importante fue dirigida a los romanos, agradeciendo la generosidad de la Iglesia de Roma bajo el pontificado del Papa Sotero.
Dionisio destacó la misión conjunta de Pedro y Pablo en Corinto y Roma, y valoró la lectura pública de la epístola de Clemente. Denunció también la falsificación de sus escritos, defendiendo la autenticidad de la doctrina cristiana frente a las herejías emergentes.
Fuente: Catholicsaints.info 1 y Catholicsaints.info 2
Imagen: Ícono de Dan Dionisio de Alejandría.
