San Romualdo, nacido en 951, fundó la Orden Camaldulense. Vivió como ermitaño y murió en 1027. Canonizado en 1582.
San Romualdo de Rávena, nacido alrededor del año 951 en el reino de Italia, se convirtió en una figura religiosa significativa después de presenciar cómo su padre Sergio cometía un asesinato durante un duelo en 976. Horrorizado, Romualdo ingresó al monasterio benedictino de Classe (Rávena) para cumplir una penitencia de cuarenta días, lo que encendió su vocación religiosa. Después de tres años, se convirtió en ermitaño cerca de Venecia, acompañado por Pedro Urséolo, duque de Venecia, llevando una vida austera a pesar de los asaltos demoníacos.
Romualdo fundó muchos monasterios, el más notable en Camaldoli, donde estableció una iglesia y celdas solitarias, dando lugar a la Orden Camaldulense. Sus discípulos incluyeron a los santos Adalberto, Bonifacio, Juan y Benedicto. Fue amigo del emperador San Enrique y consejero de muchas figuras prominentes. Romualdo soportó severas tentaciones y buscó la soledad en los bosques, lo que lo llevó a una vida monástica. Después de abandonar a sus compañeros monjes debido a su mala influencia, abrazó completamente la vida de ermitaño.
La dedicación de Romualdo fue profunda, pasando siete años en soledad y silencio. Su estilo de vida riguroso, impulsado por diversas pruebas y persecuciones, culminó en su asentamiento en Camaldoli. Falleció el 19 de junio de 1027, en su monasterio de Val Castro, prediciendo su muerte veinte años antes. Canonizado en 1582 por el Papa Gregorio XIII, su cuerpo incorrupto está enterrado en Fabriano, Italia, con reliquias trasladadas el 7 de febrero de 1481.
