En el Día Internacional de los Trabajadores, la Iglesia celebra a San José, el humilde carpintero de Nazaret, patrono de los obreros.
Hoy, en el Día Internacional de los Trabajadores, la Iglesia celebra a San José, el humilde carpintero de Nazaret y patrono de los obreros. El Papa Francisco ha expresado su devoción por San José como protector de la Iglesia y refugio en momentos de dificultad.
Pablo VI y Juan Pablo II destacaron la importancia del trabajo como factor de unión de la humanidad. El Papa Juan XXIII consideró adoptar el nombre de José al asumir el papado debido a su profunda veneración por este santo. En 1955, Pío XII proclamó la fiesta de José Obrero para honrar la dignidad del trabajo humano y su papel en la sociedad.
San José es símbolo de prudencia, silencio, generosidad y dignidad en el trabajo. Como verdadero obrero, compartió la labor cotidiana con el Hijo de Dios. Hoy se recuerda a todos los trabajadores del mundo, pidiendo que sean instrumentos de paz, evangelización y esperanza. Que su labor refleje la grandeza de ser un pueblo unido y solidario.
Imagen: Fragmento de «Infancia de Cristo» (1620), por Gerrit van Honthorst.
