El Santo Padre clama por un verdadero desarme global. Denuncia un creciente antisemitismo y pide el fin del fuego en Gaza y en otros lugares del mundo.
En su mensaje de Pascua de Resurrección, el Papa Francisco clama por un verdadero desarme. Así lo expresó en su mensaje pronunciado después de la tradicional bendición Urbi et Orbi. Aunque no pudo leer personalmente el mensaje por motivos de salud, fue monseñor Diego Ravelli, maestro de las Celebraciones Litúrgicas, quien lo leyó en su nombre.
De todos modos, el Pontífice sí estuvo presente en la Plaza de San Pedro y saludó a los fieles: «Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz Pascua!».
El Santo Padre apeló a la esperanza, la compasión y la justicia, centrando su mirada en las crisis humanitarias que sacuden el planeta. Por ejemplo, en la Franja de Gaza, donde el sufrimiento civil se agrava cada día. En este contexto, manifestó su inquietud por el creciente antisemitismo. Reiteró además su cercanía con los cristianos perseguidos, con todo el pueblo palestino y con todo el pueblo israelí.
El Papa Francisco también clamó por la paz en Ucrania, instando a alcanzar una solución duradera, justa y negociada. Mencionó el dolor del pueblo de Myanmar, golpeado por la guerra y un terremoto devastador, y pidió solidaridad concreta con los más vulnerables.
Sobre África, rogó por quienes sufren la violencia en Sudán, Sudán del Sur, el Sahel, el Cuerno de África y la Región de los Grandes Lagos. Además, expresó su preocupación por la situación en el Cáucaso Meridional, el Líbano, Siria, Yemen y los Balcanes occidentales.
“No podemos permitirnos olvidar que lo que está en la mira no es un mero objetivo, sino personas con un alma y una dignidad”, advirtió. Invitó a poner fin al uso de armas como solución y a abrazar una lógica de reconciliación y ayuda mutua.
Con ocasión del Jubileo Ordinario de 2025, el Santo Padre pidió que esta Pascua sea también una oportunidad para liberar a los prisioneros de guerra y a los presos políticos, como gesto de humanidad y reconciliación.
En su mensaje de Pascua, el Papa Francisco clama por un verdadero desarme. Ello como condición esencial para acabar con la guerra, abrir caminos de reconciliación y responder a los sufrimientos que afligen a tantos pueblos hoy. Al finalizar la ceremonia, el Pontífice recorrió la Plaza de San Pedro en el papamóvil y saludó con emoción a los peregrinos presentes.