Uno de los 70 discípulos, San Matías reemplazó a Judas Iscariote como uno de los 12 apóstoles tras su muerte.
La historia de San Matías, uno de los discípulos menos conocido entre los apóstoles, es una suma de mitos y devoción. Según Eusebio de Cesarea, nació en Belén y se unió a los 70 discípulos de Jesús, predicando en Judea, enfrentando la persecución y finalmente el martirio. Según la tradición, fue lapidado y decapitado.
Otras leyendas afirman que llevó el evangelio a lugares como Grecia o Etiopía, donde fue martirizado en el año 63. Sus reliquias fueron trasladadas a Roma y luego a Tréveris (Alemania) en el siglo IX. El culto a San Matías se consolidó después del hallazgo de sus reliquias en 1127.
Reconocido por el Papa Eugenio III en 1148, se lo considera patrono de diversas profesiones y regiones, y se le atribuyen rituales asociados con el 24 de febrero.
Fuente: Heiligenlexikon.
Imagen: Fragmento de «San Matías» (segunda mitad del siglo XVII), por Juan de Sevilla Romero.