Cada 5 de febrero la Iglesia recuerda a Santa Águeda de Catania -a veces también llamada “Ágata”-, una joven que consagró su virginidad a Dios y que murió martirizada durante la persecución organizada por el emperador romano Decio en el siglo III.
Águeda nació en las primeras décadas del siglo III en Catania, en el seno de una rica y noble familia de fe cristiana. Alrededor de los 15 años, quiso consagrarse a Dios. El obispo de Catania aceptó su petición y le impuso el velo rojo que llevan las vírgenes consagradas.
El procónsul de Catania, Quintiano, la vio, se encaprichó de ella y, en virtud del edicto de persecución conra los cristianos del emperador Decio, la acusó de desprecio a la religión del Estado, ordenando que la llevaran al palacio pretoriano.
Los intentos por parte del procónsul de poseer a la joven fueron infructuosos. Furioso, organizó un juicio contra ella. Interrogada y torturada, Águeda resistió en su fe: Quintiano, en el apogeo de su furia, ordenó que le cortaran los pechos.
Pero la joven, después de una visión en que vio a San Pedro, fue sanada por este. Luego se ordenó quemarla, pero un fuerte terremoto impidió la ejecución. El procónsul hizo que Agatha fuera sacada de las brasas y la llevó de vuelta a su celda en agonía, donde murió unas horas después. Corría el año 251.
Exactamente un año después, el 5 de febrero de 252, una violenta erupción del volcán Etna amenazó a Catania. Muchos cristianos y ciudadanos, incluidos los paganos, corrieron a su tumba, tomaron su prodigioso velo que la cubría y lo opusieron a la lava de fuego que se detuvo. Desde entonces, Santa Águeda se convirtió no solo en la patrona de Catania, sino también en la protectora contra las erupciones volcánicas y luego contra los incendios.
Los devotos de Santa Águeda también piden que interceda por las mujeres que tienen partos complicados o problemas con la lactancia. También la invocan quienes sufren dolencias en el pecho. Asimismo, es considerada protectora de las mujeres y patrona de las enfermeras.
Fuente: www.santiebeati.it y Aciprensa