San Antonio de Padua, predicador franciscano nacido en Lisboa en 1195. Canonizado en 1232, fue proclamado Doctor de la Iglesia.
San Antonio de Padua, nacido como Fernando en Lisboa en 1195, tuvo una vida dedicada a la fe y al conocimiento. Ingresó en el convento agustino de San Vicente a los 15 años y luego se trasladó a Coimbra para profundizar en sus estudios religiosos y teológicos.
Ordenado sacerdote a los 25 años, su vida cambió en 1220 al entrar en contacto con los franciscanos y adoptar el nombre de Antonio. Movido por un fuerte deseo de misión, partió hacia Marruecos, donde enfermó gravemente y regresó a Italia.
En 1221 conoció a Francisco de Asís, confirmando su vocación franciscana. Su talento como predicador se reveló en Forlì en 1222, lo que lo llevó a predicar por el norte de Italia y el sur de Francia. Entre 1229 y 1231 se estableció en Padua, donde su labor a favor de los pobres dejó una marca indeleble.
Murió el 13 de junio de 1231 y fue enterrado en Padua. Fue canonizado en 1232 y proclamado Doctor de la Iglesia en 1946. Sus restos han sido objeto de varias exhumaciones y veneraciones, destacando su lengua incorrupta, símbolo de su elocuencia y santidad.