El Papa exhortó a las FFAA y de seguridad, a no dejarse contaminar por la propaganda del odio que divide el mundo en amigos y enemigos.
Durante la celebración del Jubileo de las Fuerzas Armadas, Policía y Cuerpos de Seguridad en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco reflexionó sobre la misión de quienes salvaguardan la seguridad y la justicia. Aunque el Pontífice debió ceder la lectura de su homilía al maestro de ceremonias debido a una fatiga, el mensaje central permaneció claro e inspirador. Basándose en el pasaje evangélico de Jesús junto al lago de Genesaret, el Papa destacó tres acciones esenciales: ver, subir y sentarse a enseñar, principios que invitó a los uniformados a aplicar en su labor cotidiana.
Ver: Comprender el origen del conflicto y prevenirlo
Jesús, en su encuentro con los pescadores, vio su desánimo y vacío. Del mismo modo, el Papa instó a los miembros de las fuerzas de seguridad a desarrollar una mirada atenta, capaz de identificar amenazas al bien común y a la estabilidad social. No se trata solo de reaccionar ante el conflicto, sino de comprender su origen y prevenirlo. La capacidad de anticipar y mitigar riesgos es esencial para evitar crisis mayores y contribuir a un mundo más seguro.
«Quisiera exhortarlos a no perder de vista el fin de su servicio y de sus acciones: promover la vida, salvar la vida, defender la vida siempre».
Subir a la barca: Involucrarse activamente en la defensa de la paz
El Papa recordó que Jesús no solo observó la dificultad de los pescadores, sino que subió a la barca con ellos. En este sentido, invitó a los uniformados a involucrarse activamente en la defensa de la paz, enfrentando los desafíos con valentía y compromiso. Su misión no es solo identificar el mal, sino actuar con responsabilidad para evitar el naufragio de la sociedad. Esto implica una presencia activa en la comunidad, una colaboración constante con los ciudadanos y un firme compromiso con los valores democráticos y los derechos humanos.
Sentarse y enseñar: Actúen con integridad, inspirando confianza
Finalmente, Jesús se sentó y enseñó. De la misma manera, el Pontífice llamó a los cuerpos de seguridad a ser referentes de justicia, ética y humanidad en sus comunidades. Su presencia debe ser un testimonio de legalidad y defensa de los más vulnerables. En un mundo donde la violencia y la injusticia pueden generar desesperanza, es crucial que los agentes de la seguridad actúen con integridad, inspirando confianza y promoviendo el respeto mutuo.
No caer en la tentación del poder y la violencia
El Papa también destacó la importancia de la dimensión espiritual en la labor de las fuerzas de seguridad. Recordó que los capellanes castrenses tienen la misión de acompañar y fortalecer moralmente a los uniformados, ofreciendo apoyo en momentos de dificultad. La fe puede ser un pilar para afrontar los desafíos diarios y para recordar la verdadera esencia de su labor: proteger y servir con amor y compasión.
Con este mensaje, el Papa Francisco reafirmó la importancia de la paz y el compromiso con la vida, exhortando a los guardianes de la seguridad a no caer en la tentación del poder y la violencia, sino a ser verdaderos constructores de justicia y fraternidad.
«Les pido, por favor, que vigilen. Vigilen contra la tentación de cultivar un espíritu de guerra; vigilen para no ser seducidos por el mito de la fuerza y el ruido de las armas; vigilen para no contaminarse nunca por el veneno de la propaganda del odio, que divide el mundo en amigos a los que defender y enemigos a los que combatir. Sean, en cambio, testigos valientes del amor de Dios Padre, que quiere que seamos todos hermanos. Y, juntos, caminemos para construir una nueva época de paz, de justicia y de fraternidad».
Imagen destacada y video: Copyright © Vatican Media