En el siglo XIII, siete prósperos comerciantes florentinos fundaron los Servitas, abandonando riquezas por una vida de servicio. Canonizados en 1888.
Al abrazar el cristianismo, Samuel y sus compañeros egipcios fueron perseguidos, arrestados y decapitados en Palestina en el año 310.
Jordán de Sajonia fue el sucesor de Santo Domingo de Guzmán. Primer escritor de la espiritualidad de los Dominicos.
En el año 304, la joven Eulalia desafió la persecución a los cristianos y enfrentó a la autoridad, resistiendo torturas con dignidad. Su valentía simboliza la fe cristiana en Barcelona.
El 11 de febrero de 1858, tres niñas encontraron a la Virgen en una gruta en Lourdes. A pesar del escepticismo, Bernadette mantuvo su fe, recibiendo mensajes y revelaciones.
Escolástica fue una religiosa benedictina, hermana de San Benito, fundador de la orden. Destacó por su devoción y conexión espiritual.
San Reinaldo de Nocera, noble nacido en 1150, renunció a la riqueza para abrazar la vida religiosa. Como obispo, destacó por su caridad. Falleció en 1217, su cuerpo incorrupto y reliquias se veneran hasta hoy.
Josefina Bakhita fue una religiosa sudanesa nacionalizada italiana. Es venerada como santa por la Iglesia católica el 8 de febrero, y se le nombró patrona de Sudán. Fue canonizada por el Papa San Juan Pablo II el 1 de octubre de 2000.
Cada 5 de febrero la Iglesia recuerda a Santa Águeda de Catania -a veces también llamada “Ágata”-, una joven que consagró su virginidad a Dios y que murió martirizada durante la persecución organizada por el emperador romano Decio en el siglo III.
Blas de Sebaste, venerado como San Blas, fue un médico, obispo de Sebaste en Armenia y mártir cristiano. Vivió como ermitaño en una cueva en el bosque del monte Argeus, la que convirtió en su sede episcopal.
