Gerardo de Salles tuvo una vida de piedad y penitencia en el siglo XII. Fue inspiración para la fundación de muchas comunidades religiosas.
San Expedito, martirizado en 303 por su conversión al cristianismo, es una figura venerada por su rápida acción y ayuda divina en momentos críticos.
Sabina Petrilli fundó la "Congregación de las Hermanas de los Pobres de Santa Catalina de Siena". Fue beatificada en 1988.
Un episodio asombroso sucede en Corbetta: desde la imagen de la fachada de la iglesia, el Niño Jesús baja del brazo de la Virgen para ir a jugar a la plaza. Una serie de milagros se suceden tras el hecho. Desde entonces la Virgen de Corbetta pasó a ser Nuestra Señora de los Milagros.
Bernardita, quien pasó de la pobreza a la santidad tras las apariciones marianas en Lourdes, dedicó su vida al servicio desinteresado.
San Crescente de Mira, mártir cristiano. A pesar de las dudas sobre su martirio y localización, su veneración perdura desde los primeros siglos.
Valeriano y Tiburcio, desafiaron la persecución anticristiana. Máximo, su carcelero, se convirtió al ver al ver cómo los ángeles tomaban sus almas.
Martín I, que desafió al emperador bizantino y enfrentó la herejía monotelita, sufrió el exilio y el martirio. Celebrado cada 13 de abril.
El papado antiguo, desafiado por crisis doctrinales, encontró en Julio I un líder firme y sabio, que reforzó la fe en la Santísima Trinidad.
Gemma Galgani, devota italiana del siglo XIX, encontró refugio en la espiritualidad. Su vida estuvo marcada por la fe, el sufrimiento y los estigmas.
