Viernes 23 de agosto: San Donato, obispo de Arezzo en el siglo IV, conocido por su fe y milagros. La leyenda dice que venció a un dragón.
Donato, segundo obispo de Arezzo, es una figura de la Iglesia del siglo IV en Italia. Tras la trágica pérdida de sus padres durante las persecuciones cristianas, encontró refugio y guía espiritual en la iglesia de Arezzo. Su dedicación a la fe lo llevó a ser ordenado sacerdote y, posteriormente, elegido obispo. La tradición le atribuye numerosos milagros, entre ellos la derrota de un dragón que aterrorizaba a la población y la milagrosa reparación de un cáliz sagrado.
El martirologio geronimiano lo reconoce como confesor, pero diversas hagiografías lo presentan también como mártir. Sin embargo, las fuentes históricas no respaldan completamente esta última versión, ya que las persecuciones bajo Juliano, el Apóstata, no fueron tan intensas como se creía en su momento.
Sus reliquias, objeto de gran veneración, fueron trasladadas en el siglo XII a la Basílica de Santa María y Donato en Venecia. A pesar de que se creía que eran los restos auténticos de Donato de Arezzo, estudios posteriores revelaron que corresponden a Donato de Euroea. En Arezzo, se conservan otras reliquias en la iglesia de Santa Maria della Pieve, perpetuando así su memoria.
