Miles de fieles colmaron las calles de Roma para despedir al Papa Francisco en un emotivo recorrido hacia la Basílica de Santa María la Mayor.
El Papa Francisco ya descansa en su última morada. A las 6:30 de la mañana, hora de Chile, el féretro del Santo Padre fue trasladado en el blanco Papamóvil hacia la Basílica de Santa María la Mayor. Miles de personas abarrotaron las calles de Roma para rendir su último homenaje, saludando emocionadas el paso del cortejo.
Un poco antes de las 7:00 de la mañana, el vehículo llegó a la basílica, el lugar que el propio Francisco escogió para su descanso eterno. El féretro, sencillo y humilde, reflejó el deseo del Papa de un funeral de pastor y discípulo, no de un monarca. Con austeridad y profundidad espiritual, el acto final respetó su voluntad de ser recordado como un servidor de Dios y de su pueblo.
El Papa Francisco, que siempre se definió como un hombre de la periferia, partió rodeado de su gente, como vivió durante su pontificado. Cerca de los más humildes, de los que sufren, de los que aman con esperanza.
En Santa María la Mayor, templo que visitó tantas veces para confiar sus viajes y su misión a la Virgen, se celebró la ceremonia íntima y sobria que él había pedido.
Así, el Papa Francisco ya descansa en su última morada, en el corazón de Roma.
Descansa en paz, Papa Francisco.