Un cortejo silencioso trasladó el féretro del Santo Padre desde la Casa Santa Marta. Llevado a hombros por los «sediarios vaticanos», fue recibido en San Pedro con oración, solemnidad y emoción.
A las 9:00 horas de Roma (3 de la madrugada en Chile), comenzó el traslado del féretro del Papa Francisco desde la Casa Santa Marta hasta la Basílica de San Pedro. El cortejo marcó uno de los momentos más solemnes de este histórico adiós. La ceremonia inició con una oración en la capilla de la residencia papal, donde el cardenal camarlengo, Kevin Farrell, roció con agua bendita el ataúd, conforme al rito tradicional.
Los “sediarios vaticanos”, quienes en el pasado portaban la silla gestatoria papal, llevaron a hombros el ataúd del Pontífice. Acompañados por cardenales presentes en Roma, caminaron en procesión hasta la plaza de San Pedro ante una multitud silenciosa y visiblemente conmovida.
Durante el trayecto, muchos rostros no ocultaron las lágrimas. La emoción se palpaba entre quienes acompañaron al “Papa de los últimos”, recordado por su cercanía con los pobres y su testimonio de humildad.
Esta noche, a las 20:00 horas en Roma (14 h en Chile), se celebrará el rito del cierre del ataúd. El acto privado también será presido por el Cardenal Farrell. La información la dio a conocer monseñor Diego Ravelli. El maestro de las Celebraciones Pontificias confirmó que asistirán autoridades eclesiásticas para preparar el cuerpo del Papa para su sepultura.
El sábado 26 de abril, después de la misa exequial, el féretro del Papa Francisco será trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor, donde descansarán sus restos, cerrando así su último viaje terrenal.
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