San Felipe Neri (1515-1595), fundó la Congregación del Oratorio. Priorizó siempre la humidad y ayudar a los necesitados.
Felipe Neri nació en Florencia el 21 de julio de 1515 en una familia modesta. Su madre murió al dar a luz a su cuarto hijo y su madrastra, Alessandra, se ocupó de la familia, desarrollando una relación especial con él. Educado por su padre, Felipe cultivó un amor por los libros y recibió formación religiosa en el convento de San Marco.
A los dieciocho años fue enviado a San Germano para trabajar con un pariente, pero pronto dejó esa vida para ir a Roma en 1534, atraído por su espiritualidad. Vivió austeramente allí mientras estudiaba filosofía y teología, pero se sintió más llamado a la vida contemplativa, frecuentando iglesias y catacumbas.
En 1544, tuvo una experiencia mística en las catacumbas de San Sebastián, cuando el Espíritu Santo ingresó en su corazón, dilatándolo físicamente y rompiendo dos de sus costillas. Combinó su vida contemplativa con actividades apostólicas, ayudando a los pobres y enfermos. Bajo la guía del Padre Persiano Rosa, fue ordenado sacerdote en 1551 y fundó la «Congregación del Oratorio«.
Felipe Neri ocultaba su santidad para mantener su humildad, a veces mostrándose «como un loco». En 1575, el Papa Gregorio XIII les confió la iglesia de Santa María en Vallicella. Murió el 26 de mayo de 1595, dejando un legado de caridad y fervor espiritual. Fue canonizado por Gregorio XV en 1622. Juan Pablo II destacó su figura en el Jubileo del 2000.
Fuente: Confederación del Oratorio de San Felipe Neri y Aciprensa.
Imagen: Fragmento de «San Felipe Neri» (1656), por Giovanni Francesco Barbieri (Guercino).
