La comunidad del colegio San Pedro Nolasco fue acompañada en su celebración por delegaciones educativas de Quillota y Santiago.
En una masiva procesión y significativa eucaristía la comunidad educativa del Colegio San Pedro Nolasco celebró la tarde de este jueves 5 de septiembre, junto a la comunidad de Valparaíso, el centenario de su fundación. Se inició la procesión desde el patio del colegio con la imagen de la Virgen de la Merced de los 800 años de la Orden de la Merced (2018), imagen que recorrió las comunidades mercedarias de todo el país.
Cada curso del colegio participó en la procesión con una pancarta en la que se resaltaba los valores de la comunidad educativa, que son los pilares que han fortalecido esta centenaria institución porteña.
Dando realce a esta celebración los acompañó una delegación del Colegio San Pedro Nolasco de Quillota y su banda de guerra, además de una delegación de apoderados, profesores y estudiantes de la pastoral del Colegio San Pedro Nolasco de Vitacura, con quienes peregrinaron por las calles del barrio del colegio hasta llegar a la avenida Pedro Montt para dirigirse a la Iglesia Catedral.
En un emotivo momento se realizó el ingreso de la imagen de la Virgen de la Merced realizada por un grupo de estudiantes de la generación del Centenario del establecimiento.
Eucaristía
La eucaristía fue presidida por el Obispo de la diócesis de Valparaíso, monseñor Jorge Patricio Vega, y concelebrada por el Superior Provincial mercedario, fray Mario Salas Becerra; el Vicario General de la Diócesis, Reinaldo Osorio; fray Edgardo Arriagada, rector del Colegio San Pedro Nolasco de Quillota, Fray José Luis Jorquera, vicerrector del mismo colegio; fray Ramón Villagrán, rector del Colegio San Pedro Nolasco de Vitacura; y fray Daniel Hossi, capellán del mismo establecimiento; fray Carlos Ortega, vicerrector del Colegio San Pedro Nolasco de Valparaíso; y el párroco de la vecina Parroquia Inmaculado Corazón de María, sacerdote Mateo Umaña.
En su homilía, monseñor Jorge Patricio Vega, hizo un poco de historia de la presencia mercedaria y contando una anécdota personal “recuerdo haber leído de los mercedarios cuando joven y me llamó la atención esto de ir al rescate de los cristianos prisioneros por los moros, me llamó la atención y este carisma. No lo entendía. La verdad es que, mirando la realidad, mi entorno, me di cuenta de que había muchas personas que son presas de alguna situación concreta, me di cuenta de que son presas por la ignorancia, el analfabetismo y tiene todo el sentido los colegios que tiene la Orden, al entregar formación están liberando a las personas de este flagelo de la ignorancia”.
Prosiguió sus palabras señalando que “hay tantos que caen en las drogas y necesitan ser rescatados. Están presos de las ideologías que nos van amarrando, que no nos permiten crecer como personas. Tenemos tanta gente presa en el alcoholismo que necesitan ser liberadas, son esclavitudes modernas y ahí hay una gran tarea de los mercedarios”.
Finalizó señalando a la comunidad presente que el carisma mercedario es muy actual, “es muy vigente y actual, ustedes que se están formando deben responder a esta espiritualidad y aportar a la sociedad para ir a liberar a los presos de las esclavitudes de hoy”.
En el momento de las ofrendas se presentó un número 100, que refleja el caminar redentor en Valparaíso, para que esta comunidad continúe siendo luz y guía en la ciudad. Además, distintos miembros de la comunidad educativa presentaron una bandera del escudo mercedario, signo del compromiso con el carisma redentor, que hace a esta comunidad signo de misericordia, fe y libertad en medio del mundo. Finalmente, una familia de la comunidad educativa presentó al altar el pan y el vino, alimento que los convocó como familia fraterna y redentora.
Agradecimientos
Al finalizar la eucaristía la rectora del Colegio, María Soledad Rivera, dirigió unas palabras a los presentes, donde dio gracias a Dios “por la permanencia de 100 años del Colegio San Pedro Nolasco en Valparaíso, obra que la Orden de la Merced puso a disposición de nuestra ciudad, y que pese a toda circunstancia histórica, política, social o catástrofe, despliega su proyecto desde la lealtad con la ciudad, formando agentes de cambio libres y liberadores al servicio de nuestra exigida y sufrida comuna, a través de las generaciones que está formando en esta espiritualidad, sanar sus heridas, promover su crecimiento económico y procurar estabilidad en el desarrollo humano tan necesario para cumplir los proyectos de vida de la gente de este puerto principal”.
Finalmente agradeció a los diferentes estamentos de la ciudad, instituciones del entorno, exalumnos/as y exfuncionarios/as. Y, en especial, señaló, “a nuestro Padre Obispo, queremos agradecer que nos abriera su casa y corazón para acoger a nuestra querida Madre de la Merced, y junto a ella el entusiasmo de una Comunidad Formativa que quiere ser libre, para liberar”.
La rectora entregó a monseñor Jorge Vega, un obsequio, que es símbolo de la presencia mercedaria al servicio de la evangelización.
El superior provincial, fray Mario Salas Becerra, agradeció a la comunidad presente y resaltó que haya sido la imagen de la Virgen de la Merced de los 800 años la que acompañó la procesión y la celebración.