Domingo 16 de marzo: San Heriberto de Colonia. La leyenda dice que organizó una procesión en medio de una sequía, y que sus oraciones trajeron la lluvia.
San Heriberto de Colonia, figura clave en la historia eclesiástica de Alemania, fue un obispo con una vida marcada por el servicio y la lucha política. Nace en Worms alrededor del año 970, donde recibe su formación en la escuela catedralicia local y en el monasterio benedictino de Gorze. Su cercanía con el emperador Otto III lo lleva a ser nombrado canciller en 994 y, poco después, a recibir la ordenación sacerdotal.
En 999, Heriberto es designado arzobispo de Colonia. Su llegada a la ciudad no pasa desapercibida: ingresa descalzo a la Catedral en señal de humildad, dispuesto a asumir la misión pastoral. Sin embargo, su relación con el nuevo emperador, Enrique II, es tensa. Es así que, tras la muerte de Otto III, Heriberto es encarcelado por Enrique, quien desconfía de su lealtad. Al ser liberado, decide abandonar su cargo de canciller para dedicarse por completo a su labor episcopal.
Uno de sus mayores legados es la fundación del monasterio de Deutz en 1003. No obstante, para erigirlo destina gran parte de su fortuna. Conocido por su caridad, insta a los ricos a ayudar a los necesitados y socorre a los más vulnerables. Sin embargo, su fama de hombre santo se consolida con la leyenda de la lluvia. En efecto, en medio de una grave sequía, organiza una procesión de penitencia. Según la tradición, sus plegarias traen la ansiada lluvia.
Tras su muerte en 1021 (hace mil cuatro años), San Heriberto de Colonia es enterrado en Deutz. En 1175, el Papa Gregorio VII lo canoniza, convirtiéndolo en un referente de humildad y servicio. Hoy, su figura sigue siendo venerada, especialmente en Colonia, donde su intercesión es invocada en tiempos de sequía.
Fuente: Heiligen.
Imagen: Fragmento de la Ilustración «Catalina de Alejandría y el obispo Heriberto de Colonia» (1856/57), por Peter Graß, en total conformidad con la vidriera derecha de la Capilla Materno de la Catedral de Colonia, Alemania.
