Jueves 13 de marzo: San Rodrigo y San Salomón de Córdoba, mártires cristianos durante la persecución musulmana en el siglo IX.
San Rodrigo y San Salomón de Córdoba, fueron dos mártires cristianos ejecutados en el año 857 durante la persecución religiosa bajo el emirato de Abderrahmán II y su sucesor Muhammad I en Al-Ándalus.
¿Quiénes fueron Rodrigo y Salomón?
Rodrigo era un sacerdote de Cabra, cerca de Córdoba, quien vivió en un entorno de tensión religiosa. Sus dos hermanos, uno cristiano y otro musulmán, discutían constantemente. En un altercado, Rodrigo intentó separarlos y fue golpeado hasta quedar inconsciente. Su hermano musulmán aprovechó la situación para proclamar que Rodrigo había renunciado al cristianismo y convertido al islam.
Al recuperar la conciencia y descubrir la mentira, Rodrigo huyó y se escondió por cinco años. Sin embargo, al regresar a Córdoba, fue reconocido y acusado de apostasía, un delito castigado con la muerte.
En prisión, Rodrigo conoció a Salomón, otro cristiano que había abandonado su fe pero que, arrepentido, volvió al cristianismo. Ambos fueron sometidos a presiones para que renegaran de credo, pero permanecieron firmes.
Martirio y Legado
Al ver que no lograban hacerlos desistir, las autoridades islámicas los condenaron a muerte y fueron ejecutados el 13 de marzo de 857. La persecución intentó borrar su memoria, arrojando sus restos y las piedras ensangrentadas al río Guadalquivir para evitar que fueran venerados como reliquias.
Su historia fue documentada por San Eulogio de Córdoba, quien relató la vida de los mártires cristianos de Al-Ándalus.
Fuente: Den katolske kirke.
Imagen: Fragmento de la estampa (grabado calcográfico) «San Rodrigo y San Salomón» (1749), por Nicolás Carrasco.