Viernes 13 de septiembre: San Juan Crisóstomo, doctor de la Iglesia, uno de los Padres de la Iglesia y patrono de los predicadores.
San Juan Crisóstomo, nacido en una familia acomodada, destacó como uno de los grandes oradores de la Iglesia primitiva. Su madre Anthusa le proporcionó una sólida educación, y tras estudiar con el retórico Libanio y dedicarse brevemente al derecho, fue bautizado en el año 367. A partir de entonces, se sumergió en los estudios teológicos y bíblicos, influenciado por Flaviano y Diodoro de Tarso.
Juan decidió retirarse a la vida monástica, pasando seis años como ermitaño. Sin embargo, su salud se deterioró debido a la severa austeridad y regresó a Antioquía, donde fue ordenado sacerdote en 386. Su poderosa oratoria en la catedral de Antioquía le ganó el apodo de «Crisóstomo», que significa «boca de oro». Juan predicaba con profundidad bíblica y cercanía humana, destacando la importancia de la caridad cristiana.
En 397, fue nombrado Patriarca de Constantinopla. Sin embargo, su crítica al lujo y la corrupción lo enfrentó con la emperatriz Eudoxia, lo que provocó su destierro. Aunque regresó brevemente, fue exiliado de nuevo, y falleció durante su traslado en 407. En 1568, el papa Pío V lo declaró doctor de la Iglesia y es venerado como uno de los grandes Padres de la Iglesia. El papa Pío X lo declaró patrono de los predicadores.
Fuente: Ökumenisches Heiligenlexikon.
Imagen: Fragmento del ícono de témpera sobre madera «San Juan Crisóstomo» (hacia finales del siglo XVII – principios del siglo XVIII), en la Parroquia de San Juan Crisóstomo en Korovniki Yaroslavl, Rusia.
