Este lunes 12 de agosto comenzó, en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), el encuentro de las madres y padres sinodales de la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo.
En esta primera jornada de la mañana el sacerdote argentino Carlos María Galli, perito asesor del Sínodo, compartió su aporte sobre la Introducción del documento Instrumentum Laboris, que presenta el camino recorrido hasta ahora en el Sínodo.
El sacerdote argentino inició explicando la estructura del documento que fue presentado el pasado 9 de julio y que guiará los trabajos de los participantes en el Sínodo, que tendrá lugar del 2 al 27 de octubre de 2024 en Roma. Esto dando respuesta a la pregunta ¿Cómo ser una Iglesia sinodal y misionera?
El camino recorrido
Aseguró que, la Introducción del documento está en el marco misionero, al que le sigue la presentación del camino de los últimos tres años, marcado por “la disponibilidad a la escucha y a dejarse interpelar”, permitiendo, además, dar una visión de conjunto para ver los ejes transversales o claves del texto. Allí, -agregó- “se destaca los hitos ya logrados, como la generalización de la metodología sinodal de la conversación en el Espíritu”.
“La introducción tiene tres momentos. El primero que viene de la metáfora del banquete, son páginas en Romano 1 y 2; luego trae el momento narrativo de la historia reciente del sínodo de los tres años de camino; y finalmente viene el paso hacia adelante del documento que es una herramienta de trabajo para la segunda sesión de la Asamblea”, expresó.
La estructura de su exposición la marcó en tres aspectos que fue desarrollando: primero, en una narrativa para ubicar en la historia y el contexto del Sínodo; segundo, la finalidad del Instrumentum Laboris; para concluir luego con una lectura de las líneas teologales, teológicas y espirituales que dan el espíritu del proceso sinodal.
Triduos del proceso sinodal
Por otra parte, se refirió a los tres triduos, que asegura son fundamentales para ubicarse en el proceso sinodal. Primero, los sujetos pueblo de Dios; segundo, las tres fases del Sínodo: preparación, celebración e implementación; y tercero, comunión en la Iglesia o en la Iglesia de comunión. “Sin ellos no comprendemos el proceso en el que estamos, ni tampoco el documento que nos proponen”.
Del mismo modo, observó que es importante ayudar a entender y comprender qué es que la Iglesia sea constitutivamente sinodal. “Ser iglesia, es ser una comunidad que camina en conjunto, no basta tener un sínodo, es necesario ser un sínodo (…) cada día hay que hacer sínodo esforzándose en caminar juntos, no sólo con quien piensa del mismo modo, sino con todos los creyentes en Jesús”.
Observó que una de las finalidades de este proceso es tomar conciencia, como lo muestra el documento, de ser una Iglesia sinodal. “Hay muchas cosas que muestran que la Iglesia es constitutivamente, pero que no están dichas en la formulación común de la fe. La Iglesia es profética, sacerdotal y real, o la Iglesia es misionera, no todo está expresado en el enunciado, pero lo es en la realidad”, apuntó.
Se refirió igualmente, que el Instrumentum Laboris, es una herramienta al servicio del Sínodo, que se fue construyendo a partir de subsidios que ofrecen algunas líneas de profundización teológica y canonística, síntesis de trabajos que fueron desarrollándose a lo largo de este tiempo, así como de 10 preguntas que fueron formuladas sobre temas de debate.
Un documento fruto del discernimiento y la reflexión
Por otra parte, advirtió que, el Instrumentum Laboris, no puede ser considerado como un documento magisterial, un catecismo o un conjunto de respuestas prefabricadas, es un documento, aseguró, que aborda temas que han surgido de la escucha del pueblo de Dios, aclarando que este no es el documento final.
“Como instrumento es un documento fruto de la escucha, del discernimiento y la reflexión sobre la sinodalidad que ha madurado en el curso del proceso sinodal, acá está la clave, es un texto base, articulado pero esencial, concebido sobre todo como apoyo al método con el que la asamblea será llamada a trabajar, favoreciendo la oración, el diálogo, el discernimiento y la maduración de un consenso”, explicó.
El teólogo afirmó que el Instrumento es la base para el discernimiento que se tendrá para la elaboración de propuestas que respondan al cómo ser una Iglesia sinodal en misión, siendo este la continuación del primer instrumento, que traía temas y fichas de trabajo con muchas preguntas. Este último es más propositivo, aunque plantee una pregunta base. “Este documento apunta a que en el sínodo se trabaje sobre propuestas que concreten el cómo vivir la sinodalidad y misión y cómo realizar en la práctica la sinodalidad misionera”.
Concluyó diciendo que «el Sínodo no terminará a finales de octubre. El sínodo seguirá, porque el sínodo es la fase de implementación también, pero además el discernimiento sigue, porque habrá por lo menos 10 comisiones instituidas para estudiar temas especiales que informarán en la primera sesión y a la vez deben entregar sus trabajos a fin de junio del año que viene en pleno jubileo”.