En su Exhortación Apostólica, Laudato Deum, el Papa Francisco advierte sobre las graves consecuencias de la inacción ante el cambio climático.
En la actualidad existe un amplio consenso científico en que el fenómeno del cambio climático es un hecho inequívoco, causado principalmente por la acción de los seres humanos. Este año el día mundial del Medio Ambiente se centra en restaurar las tierras, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía bajo el lema “Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la Generación Restauración. No podemos retroceder en el tiempo, pero sí podemos hacer crecer los bosques, revitalizar las fuentes de agua y restaurar los suelos. Somos la generación que puede hacer la paz con las tierras.” señala el comunicado de Naciones Unidas.
El tiempo es limitado y la naturaleza se encuentra en situación de crisis. Para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C, debemos reducir a la mitad las emisiones anuales de gases de efecto invernadero para 2030. Si no actuamos con prontitud, la exposición a aire contaminado aumentará en un 50% en esta década, mientras que los desechos plásticos que fluyen hacia los ecosistemas acuáticos podrían triplicarse para 2040. Concluye el comunicado
En su Exhortación Apostólica, Laudato Deum, el Papa Francisco ha señalado al respecto: «con el paso del tiempo advierto que no tenemos reacciones suficientes mientras el mundo que nos acoge se va desmoronando y quizás acercándose a un punto de quiebre» y «es indudable que el impacto del cambio climático perjudicará de modo creciente las vidas y las familias de muchas personas» (LD 2).
En este escenario el programa Medio Ambiente, Gestión de Riesgo y Emergencias de Caritas Chile ha desarrollado un permanente involucramiento en los principales desastres que ha sufrido el país en los últimos años, busca fortalecer las condiciones institucionales para realizar un acompañamiento integral a las personas y comunidades en su relación con su entorno, en el marco de un proceso de desarrollo donde se evidencian vulnerabilidades sociales y naturales. Esto significa asumir desafíos en el ámbito del análisis y reducción del riesgo, y a la vez potenciar sus capacidades para actuar ante eventos adversos y animar procesos de recuperación. En este marco, ha estado trabajando en el desarrollo de un modelo de Gestión del Riesgo de Desastres con un fuerte enfoque comunitario y orientado a la construcción de Comunidades Resilientes. En el último tiempo Caritas Chile ha promovido el desarrollo de capacidades comunitarias para prevenir incendios forestales de interfaz urbano forestal cuyos ejes de acción articuladas con entidades de Estado han logrado fortalecer la organización social para la gestión territorial en reducción del riesgo de desastres.
Comunidades preparadas y de cuidado
Las comunidades conformadas en comités locales han articulado una serie de acciones para reducir el riesgo frente a incendios forestales en los meses de altas y bajas temperaturas. Actualmente se favorece el fortalecimiento comunitario para reducir el riesgo y los sistemas de alerta comunitarios, iniciativas financiadas gracias a los aportes de USAID BHA de las cuales se comparten las siguientes:
En Santa Ana de Caimaco, comuna de Quillón, luego de realizar su análisis de riesgo y evaluado el impacto de la emergencia por incendios forestales; la comunidad implementó en los techos de 80 viviendas aspersores de agua para humedecer un radio de 3 a 5 metros cuando las condiciones climáticas favorezcan la ocurrencia de incendios forestales. Esta medida también es una respuesta a incendios forestales las cuales se activan cuando se desata la emergencia. En la misma comuna, el sector de Peña Blanca luego de realizar una serie de gestiones y evaluar las capacidades del comité para reducir el riesgo y estar preparados frente a una emergencia; han instalado señaléticas (carteles) en pasajes y caminos rurales para favorecer el transito expedito de vehículos de emergencias. También, desde un rol de prevención y respuesta comunitaria han habilitado 5 estanques móviles que se instalan en camionetas para humedecer sectores vulnerables y para sofocar fuegos pequeños en sitios residenciales. En los próximos meses, el comité simulará la habilitación de estos estanques para cotejar la respuesta oportuna frente a un evento adverso.
En tanto, en la comuna de Quilpué, los comités de Canal Chacao y Los Boldos luego de implementar sus planes de reducción del riesgo de incendios forestales han generado una serie de acciones. La agrupación de prevención y seguridad de Canal Chacao inauguró el día 19 de abril el centro de mando Delia Uribe en honor a una integrante del comité fallecida en el desastre del 2 de febrero. La agrupación, gracias a los recursos disponibles, adquirió radios comunicadores que fueron usados en la emergencia para controlar la evacuación, herramientas para reducir material vegetal en zonas vulnerables entre otros elementos que han favorecido la gestión territorial y el involucramiento de distintos actores de la comuna. En Los Boldos, la agrupación ha realizado mantención del corta fuego preventivo, habilitación de senderos para el acceso expeditos de personal forestal y la instalación de estanques de agua como recurso para bomberos y para humedecer zonas vulnerables entre otras acciones.
En Villa Alemana, el comité local de la población Los Profesores, ha habilitado una central meteorológica local con el propósito de proporcionar a los vecinos y sectores adyacentes información respecto a las condiciones climáticas para notificar las alertas pertinentes para reducir el riesgo de ocurrencia a incendios forestales, además de una serie de acciones de sensibilización local para la preparación frente a emergencias. Todas estas iniciativas demuestran que la organización comunitaria es clave para la promoción de una cultura preventiva y en la materialización de acciones para mitigar el riesgo de desastre. Desde ese ímpetu, el trabajo social proporciona herramientas que fortalecen capacidades para disminuir vulnerabilidades.