Gemma Galgani, devota italiana del siglo XIX, encontró refugio en la espiritualidad. Su vida estuvo marcada por la fe, el sufrimiento y los estigmas.
Gema Galgani, la joven mística pasionista italiana, nació el 12 de marzo de 1878 en Borgonuovo, un pequeño pueblo cerca de Camigliano, a unos siete kilómetros de la ciudad de Lucca.
Desde joven, Gema mostró una devoción intensa hacia Cristo y una profunda vida de oración. A pesar de las adversidades, su fe en Jesús la sostuvo. Perdió a su madre a los ocho años y enfrentó más pérdidas familiares y enfermedades.
Su anhelo de vida religiosa fue obstaculizado repetidamente, pero su devoción no decayó. Sufrió estigmatizaciones, en sus manos y en sus pies, las que despertaron opiniones encontradas en la comunidad religiosa.
Con el tiempo, encontró refugio en la familia Giannini, donde vivió los últimos años de su vida. Allí, su espiritualidad floreció bajo el cuidado de Cecilia Giannini y el apoyo del Padre Germano.
Gema vivió una vida de profunda conexión sobrenatural, enfrentando tanto a demonios como a ángeles. Su muerte, el 11 de abril de 1903, fue un momento de paz y serenidad, mientras entregaba su alma al Señor.
Hoy, su casa se ha convertido en un santuario, donde se conservan reliquias y recuerdos de una vida marcada por el sufrimiento, pero también por la devoción a Cristo.
Fuente: Monasterio-Santuario de Santa Gema Galgani en Lucca
Imagen: Fragmento de Fotografía de Gema Galgani (1901), por Enrico Giannini. Coloreada.
