San Hugo de Grenoble, consagrado obispo a los 27 años, reformador y líder espiritual. Cofundador de la Orden de los Cartujos.
Nacido en 1053, San Hugo de Grenoble fue un brillante ejemplo de fe y dedicación en la Francia medieval. Desde joven, educado por su madre en la caridad y la oración, destacó por su profunda espiritualidad y su entrega a la Iglesia.
Con tan sólo 27 años, fue consagrado obispo de Grenoble, aunque a los dos años abandonó el cargo para ir a vivir como monje en una comunidad benedictina. Sin embargo, debió regresar al frente de la diócesis por orden del Papa Gregorio VII, quien lideraba con firmeza la reforma de los hábitos del clero y del pueblo.
El Papa deseaba liberar a la Iglesia de la ignorancia, de la codicia y de la inmoralidad cada vez más descarada que se vivía por entonces, y para conseguirlo debía enfrentarse a dignatarios laicos y eclesiásticos, por lo tanto, Hugo debe regresar a Grenoble para reanudar sus responsabilidades episcopales.
San Hugo se comprometió con ardor en la purificación moral de la diócesis, apartando a individuos indignos y promoviendo el conocimiento. Su dedicación también llamó la atención de San Bruno de Colonia, su antiguo maestro, quien fundó la Gran Cartuja (Grande Chartreuse) con la ayuda de Hugo, dando origen a la Orden de los Cartujos .
A pesar de su deseo de retirarse a la vida monástica, Hugo sirvió con celo a los pontífices posteriores, guiando su diócesis durante más de cincuenta años con amor y caridad hacia el prójimo.
El 1 de abril de 1132, tras una vida dedicada al servicio de Dios y de su Iglesia, San Hugo falleció en Grenoble.
Fuente: Santiebeati.it
Imagen: Fragmento de «San Hugo en el refectorio de los cartujos» (1655),
por Francisco de Zurbarán.
