En el siglo XIII, siete prósperos comerciantes florentinos fundaron los Servitas, abandonando riquezas por una vida de servicio. Canonizados en 1888.
En el Florencia del siglo XIII, siete prósperos comerciantes —Buenhijo Monaldi, Bonayunta Manetti, Maneto dell’Antella, Amadio de los Amidei, Sosteño, Hugo, y Alejo Falconieri— abandonaron su vida acomodada, aseguraron el sustento de sus familias y regalaron sus posesiones, fundando luego la Orden de los Siervos de María, conocida hoy como los Servitas.
Inspirados por María, buscaban la libertad total para servir a Dios y al prójimo. Adoptaron la regla de San Agustín como guía. El Papa Benedicto XI oficializó la orden mendicante en 1304, y en 1888, sus fundadores fueron canonizados. Hoy, los Servitas están presentes en más de 30 países, centrados en labores misioneras y representan un ejemplo de renuncia y servicio en medio de la prosperidad medieval.
Fuente: katholisch.de
