Jordán de Sajonia fue el sucesor de Santo Domingo de Guzmán. Primer escritor de la espiritualidad de los Dominicos.
Jordán Eberstein (1176-1237), natural de Burgberg, en la actual Alemania, destacó como el sucesor inmediato de Santo Domingo, convirtiéndose en su admirable imitador y biógrafo. Su labor fue fundamental para la Orden de Predicadores al dilatar con esfuerzo y eficacia su misión de salvación de almas, mediando con devoción a la santísima Virgen María. Además, dejó un legado literario al componer una obra sobre los orígenes de la Orden.
La vida de Jordán tuvo un desenlace trágico cuando falleció en un naufragio cerca de Antalya, Turquía, el 13 de febrero de 1237. Su descanso final ocurrió en la iglesia dominicana de Acre, Palestina, aunque esta fue posteriormente destruida. El reconocimiento de su valioso aporte llegó en 1826, cuando se confirmó su culto. En 1955, el capítulo general lo honró al nombrarlo patrono de las vocaciones dominicanas.
Jordán de Sajonia, más allá de su rol como historiador de la Orden, se distinguió como el primer escritor de la espiritualidad dominica. Desde su elección como líder de la Orden tras la muerte de Santo Domingo, su vida se convirtió en una peregrinación incesante por Europa.
