El Miércoles Santo recuerda la traición de Judas, quien entregó a Jesús a cambio de 30 monedas. Es el comienzo de la Pasión de Cristo.
En Miércoles Santo recordamos la traición de Judas Isacriote, uno de los discípulos de Jesús. Judas, movido por la codicia, se acerca a los sumos sacerdotes y negocia la entrega del hijo de Dios a cambio de 30 monedas de plata.
Esta transacción marca el inicio de una trama que proseguirá con Jesús revelando a sus seguidores la inminente traición. Durante la preparación de la Pascua, pronuncia palabras profundamente conmovedoras al anunciar que uno de los Doce lo entregará.
La consternación y la duda se apoderan de los discípulos, quienes comienzan a cuestionarse a sí mismos en busca de respuestas. Pero Jesús ya sabe quién lo delatará:
«Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó:
— «¿Seré yo, Maestro?»
— «Tú lo has dicho», le respondió Jesús.»