El presbítero reemplaza al padre Erwin Prieto quien dejó la comunidad el pasado 8 de diciembre por motivos de salud.
En una emotiva Eucaristía el padre Víctor Godoy asumió como nuevo párroco de la parroquia de La Matriz del Salvador del Mundo de Valparaíso.
El presbítero reemplaza de esta forma al padre Erwin Prieto, conocido como el “padre Minchy”, quien dejó la comunidad el pasado 8 de diciembre por motivos de salud, enfocándose ahora en la parroquia San Luis Gonzaga del cerro Alegre y la capilla del Congreso Nacional.
La misa fue encabezada por el Obispo auxiliar de Valparaíso, monseñor Mario Salas Becerra, quien pidió a la comunidad que continúe rezando por las vocaciones sacerdotales.
En tanto, el padre Víctor, reconoció la labor realizada por los párrocos anteriores de La Matriz.
Esta asunción no impedirá que el padre Víctor Godoy prosiga con su labor como párroco en la parroquia “Jesús, el buen pastor” de Playa Ancha y como decano del Decanato Juan XXIII.
El liceo ha sido afectado por goteras, problemas eléctricos y otros contratiempos que han afectado a la comunidad escolar.
Tras varios años de lucha por parte de la comunidad escolar, finalmente se dará inicio a los trabajos de conservación y reparación del liceo Bicentenario de Valparaíso.
Recordemos que el liceo ha sido afectado por goteras, problemas eléctricos, derrumbes en ventanales y otros problemas, lo que ha perjudicado a la comunidad escolar.
Estas obras contemplan la reparación completa del cuarto piso de la estructura, techumbres, instalaciones eléctricas, multicancha y la fachada del recinto.
Al respecto, el director ejecutivo del Servicio Local de Educación Pública de Valparaíso, Pablo Mecklenburg, explicó parte de las obras que se realizarán en el establecimiento educacional.
Mientras que el SEREMI de educación Juan Pablo Álvarez, dio cuenta de la cartera de proyectos que se desarrollan en la comuna de Valparaíso, para mejorar las condiciones de las escuelas y liceos.
En tanto, la directora del liceo Bicentenario de Valparaíso, Carolina Concha, destacó el inicio de los trabajos, señalando que se busca complementar los buenos resultados académicos con una buena infraestructura.
Finalmente, la presidenta del centro general de padres del liceo, Damaris Ponce, valoró la concreción de estas obras, las que surgen tras una larga lucha.
Cabe destacar que los trabajos tendrán una duración de más de 300 días, por lo que hay un plan de contingencia y reubicación de los estudiantes y funcionarios que están siendo perjudicados por su desarrollo.
Estas obras serán ejecutadas por la empresa constructora Fase.
Miércoles 8 de enero: San Luciano y San Eladio, mártires del siglo III que predicaron la fe cristiana en tiempos de persecución.
San Luciano de Beauvais, fue nombrado obispo y enviado por misión papal a evangelizar la Galia junto a otros misioneros, como San Denis y San Régulo. Su misión comenzó en la ciudad de Parma, donde fue arrestado durante la persecución romana. A pesar de los abusos y el encarcelamiento, logró escapar gracias a la ayuda de los cristianos locales.
En su camino a Lutecia (París), convirtió a numerosos nuevos fieles, antes de llegar a Beauvais, donde eligió establecer su misión en el siglo III. Luciano predicó la paz y la caridad del cristianismo. En su paso por la región, logró convertir a miles de personas, sin embargo, en 290, durante la persecución del emperador Diocleciano, Luciano fue arrestado, torturado y decapitado en Montmille junto a sus discípulos Maximiano y Juliano.
San Eladio fue un mártir que vivió en Libia en el siglo III. Aunque las fuentes sobre su vida son limitadas y fragmentarias, según la tradición fue un laico unido por su fe en Cristo al diácono San Teófilo. Durante una persecución contra los cristianos, fueron arrestados y llevados ante el gobernador romano, quien intentó hacerles renunciar a su fe. Sin embargo, ambos se mantuvieron firmes en sus convicciones.
Sometidos a crueles torturas, no cedieron y finalmente fueron arrojados al fuego, donde murieron como mártires. Su sacrificio se convirtió en un símbolo de esperanza y fe para los cristianos de toda Libia. En algunas diócesis italianas, como las de Milán y Treviso, Eladio y Teófilo son venerados como patronos de los laicos y los diáconos comprometidos con la fe.