El servicio E01 recorrerá desde Rodelillo con destino a estación Barón, mientras que el E05 será desde Playa Ancha hacia estación Puerto.
Ya comenzaron a operar dos nuevos servicios de microbuses eléctricos en Valparaíso, se trata de los recorridos E01 y E05.
Estos nuevos recorridos se suman a los ya habilitados E02 que va desde el cerro San Roque con destino a estación Barón, E03 que surge en Placilla hacia estación Barón y servicio E05 que cubre Placilla local.
El ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, destacó los servicios que pasan por lugares estratégicos de la comuna.
Ambos servicios, al igual que los otros tres que ya están funcionando, son operados por la empresa de trolebuses de Chile, cuyo gerente general Juan Antonio Massai, señaló que, con estos nuevos recorridos, se busca mejorar la calidad de vida de las personas.
Con el comienzo de estos nuevos servicios, la flota eléctrica de la región alcanza un total de 44 buses.
Asimismo, a fines del 2025, se procederá con la licitación de los nuevos recorridos del transporte público, lo que traerá consigo una mayor dotación de buses eléctricos.
Miércoles 13 de noviembre: San Diego de Alcalá, fraile franciscano del siglo XIV, recordado por sus viajes misioneros y sus milagros.
San Diego de Alcalá, nacido a fines del siglo XIV en San Nicolás del Puerto, un humilde poblado sevillano, es conocido en España y el mundo por su vida dedicada a la caridad y su rol como taumaturgo, es decir, un realizador de milagros. Su legado de fe y milagros se extendió por toda España, donde incluso grandes personalidades, como el rey Enrique IV y el príncipe Carlos, confiaron en su santidad para solicitar curaciones milagrosas.
Como fraile lego de la orden franciscana, su vida estuvo marcada por viajes misioneros a través de España, las Islas Canarias e Italia. En Roma, durante el jubileo universal de 1450, su piedad y caridad lo convirtieron en un referente, especialmente durante una epidemia que afectó a los peregrinos.
San Diego murió el 13 de noviembre de 1463 en Alcalá de Henares, donde su tumba aún atrae a fieles de todas partes. Fue canonizado en 1588 por el Papa Sixto V, alcanzando así la inmortalidad en los altares y en el corazón de sus devotos.